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15 de noviembre de 2011

Participación en los actos del 15 de noviembre, Dia Internacional del Escritor Preso, organizados por el PEN Català.

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8 de noviembre de 2011

Entrevista de Antón García para el programa Paraisu natural de RTPA (Radio Principado de Asturias)

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Entrevista de Javier Cuevas para La Voz de Asturias.

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7 de noviembre de 2011, 19.30 h

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PALABRAS PARA MAÑANA Mañana sorprende. Como sorprende la música que nos coge por el cuello, el párrafo de la novela en el que nos reconocemos o ese peatón anónimo que de repente nos salva la vida al borde del vertiginoso acantilado de nuestras calles. Carmen Borja, catalana de Gijón, nos abre la casa de sus palabras para adentrarnos en la historia de su mirada. Una mirada que se posó un buen día en la Mañana de Pascua de Caspar David Friedrich y ya no pudo despegarse hasta poner el último punto a este libro que tranquiliza y reconcilia. No se trata de metafísica imposible, sino de esa materia del alma quebrada y asediada por los zarpazos y la herrumbre de los días. Por supuesto, una lectura rápida de este libro es a todas luces desaconsejable. Es en el regreso a ella, en el remanso de la relectura, cuando el verso de Borja toma aire y aporta el ungüento consolador y prístino del velamen poético. Déjenme destacar, sobremanera, el don conceptual que imprime a las palabras de siempre. La libertad no está aquí enraizada en la política contemporánea, sino en la ética de las cosas, en el diálogo imperecedero del hombre con la naturaleza. La soledad no es el fruto de una sociedad desajustada, fría y temerosa: para Borja la soledad es la trascendencia de cada paso y más adentro «aquella soledad en carne viva, / el ritmo de la propia respiración, / el latido.» Y así las raíces, la memoria, el hogar, el viaje, el exilio, la humildad, el círculo de la vida, ying y yang, rojo o negro, al fin, poesía. Carmen Borja, después de una trayectoria poética con varios libros entre sus dedos, ha logrado una poesía más directa, sangrada con una voz de terciopelo que la ilumina y apoyada en un trabajo que busca una sencillez clásica, justa y ajustada de estilo. El lector desprevenido encontrará la solvencia del instante y el más avezado podrá adentrarse en su ritmo, en la versificación templada, en el acierto de encontrar detrás de las palabras escritas —Borja embrida bien los poemas y los resuelve con elegancia— la emoción y el pensamiento nuevo. Es entonces cuando en realidad, cuando de verdad, estamos hablando de ese arte que investiga con viejos materiales los nuevos estados de la conciencia humana. Es entonces cuando se renombra todo para volver a elevar a rango de belleza las palabras de siempre. Las palabras que vendrán Mañana. © Javier LASHERAS, 2011.

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29 de septiembre de 2011, 19.30 h

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